¿Por qué contratarme a mí?
Cuando me contratas, trabajo yo. No delego tu caso en abogados junior ni en estructuras impersonales. Soy quien escucha, analiza, diseña la estrategia y litiga. Me hago cargo desde el primer día hasta el cierre.
Soy abogado litigante en materia penal y de responsabilidad civil, con Magíster en Política y Gobierno, Postítulo en Derecho Penal, Diplomados en Compliance y Litigación Oral. Mi trabajo ocurre donde convergen el derecho, la estrategia y la comunicación: litigo causas complejas, ordeno conflictos difíciles y traduzco lo técnico en claridad.
Vivo en tribunales. Ahí es donde mejor opero: construyendo argumentos sólidos, detectando el punto fino del caso y anticipando el movimiento de la contraparte. Me especializo en litigios de alta complejidad, donde se requiere rigor, precisión y una narrativa jurídica capaz de persuadir.
Llevo más de 15 años dedicado a estos conflictos. Trabajé en estudios penalistas de alto nivel y luego decidí ejercer de manera independiente para ofrecer algo que ahí es difícil sostener: dedicación total, trato directo y un compromiso real con cada cliente.
Mi estándar profesional se resume en tres principios: claridad, rigor e integridad. Y eso significa algo muy concreto: trabajar sin miedo a decir lo que corresponde, incluso cuando es incómodo.
No ofrezco atajos, no prometo imposibles y no endulzo los hechos. Digo lo que hay que decir, sostengo lo que corresponde sostener y construyo defensas serias, estratégicas y honestas.
Si buscas a alguien que se involucre de verdad, que no rehúya la complejidad y que esté dispuesto a enfrentar tu caso con precisión y franqueza, entonces puedo ayudarte.
Mi marca es esa: integridad, estrategia y claridad. Sin miedo a decirlo.